En la cena familiar, mi abuela dijo: «¡Quiero morir tranquila y dormida como mi abuelo, no gritando como sus pasajeros!» Todos reímos y mi primo preguntó: «¿Abuela, era piloto?» Ella contestó: «¡No, taxista!»
En la cena familiar, mi abuela dijo: «¡Quiero morir tranquila y dormida como mi abuelo, no gritando como sus pasajeros!» Todos reímos y mi primo preguntó: «¿Abuela, era piloto?» Ella contestó: «¡No, taxista!»