¿Por qué los programadores prefieren los ordenadores a los hijos? Porque cuando un programa se cuelga, simplemente lo apagan y vuelven a encender sin lágrimas ni gritos, ¡y siempre se consuelan con un café y sus bugs favoritos!
¿Por qué los programadores prefieren los ordenadores a los hijos? Porque cuando un programa se cuelga, simplemente lo apagan y vuelven a encender sin lágrimas ni gritos, ¡y siempre se consuelan con un café y sus bugs favoritos!