En pleno vuelo, el capitán se olvida el micrófono abierto y dice: «Bueno, ahora un café y luego… ¡una siesta!». La azafata corre a avisarle, y un pasajero grita: «¡No te olvides del café para todos, eh!».
En pleno vuelo, el capitán se olvida el micrófono abierto y dice: «Bueno, ahora un café y luego… ¡una siesta!». La azafata corre a avisarle, y un pasajero grita: «¡No te olvides del café para todos, eh!».