Un filósofo decide abrir una cafetería y la llama «El Dilema del Café». Un cliente entra y pregunta: «¿Cuál es tu especialidad?» A lo que el filósofo responde: «Aquí solo tenemos dos opciones: el espresso que duda de su propia existencia y el capuchino que cuestiona la tuya. ¡Elige sabiamente, pero recuerda que quizás nunca sabrás si es la elección correcta!»