Un mago entra a una cafetería y le dice al camarero: «Quiero un café invisible, por favor». El camarero, confuso, pregunta: «¿Invisible?». El mago sonríe, chasquea los dedos y dice: «Exacto, sírvelo en la mesa que ya no está».
Un mago entra a una cafetería y le dice al camarero: «Quiero un café invisible, por favor». El camarero, confuso, pregunta: «¿Invisible?». El mago sonríe, chasquea los dedos y dice: «Exacto, sírvelo en la mesa que ya no está».