¿Por qué el estadio de fútbol nunca se llena en los partidos de ping pong? Porque la gente se queda esperando el famoso «rebote de la pelota», pero nunca va a entender que solo había raquetas y una red. Lo mejor llega cuando el árbitro pide silencio absoluto y todos pierden el interés… ¡hasta que oyen un «ping» y un «pong» de nuevo!