¿Por qué el programador rechazó ir a la fiesta de Halloween? Porque descubrió que el disfraz perfecto era de código espagueti, pero le preocupaba que todos quisieran desenredarlo, y él ya tenía bastantes bugs en su vida diaria. Al final, decidió quedarse en casa optimizando su algoritmo de café: un ciclo infinito de tazas mejoradas. ¡Mucho más seguro!