Un mago entra a una pastelería y pide un pastel encantado. El pastelero, curioso, le pregunta: «¿Por qué encantado?” El mago responde: «Porque cuando lo corto, ¡mis problemas desaparecen… por un bocado!»
Un mago entra a una pastelería y pide un pastel encantado. El pastelero, curioso, le pregunta: «¿Por qué encantado?” El mago responde: «Porque cuando lo corto, ¡mis problemas desaparecen… por un bocado!»