Un mago va a una entrevista de trabajo y le piden que demuestre su habilidad. Él dice: «¡Por supuesto!», y saca de la chistera un conejo, luego otros cuatro. El entrevistador, sorprendido, le pregunta: «¿Y todos esos conejos?», y el mago responde: «¡Ah, es que quiero aplicar al puesto de multiplicador de nociones!»