En un partido de tenis, dice la pelota: «¡Estoy cansada, siempre soy el centro de atención!» A lo que la raqueta responde: «Bueno, a mí siempre me echan la culpa si no te dejo pasar bien al otro lado.» Y la red remata: «Tranquilos, al menos ninguno es el recogepelotas, que trabaja más que nosotros y nadie lo aplaude.»