¿Por qué la montaña renunció a su trabajo como comediante? Porque cada vez que intentaba contar un chiste, siempre le salía con mucho altitud. Sus amigos le decían que sus chistes eran muy empinados de entender y que debía empezar desde abajo para mejorar. ¡Así que decidió hacer un curso de chistes en línea en la web… o mejor, en la niebla!