El Coche de Chistes de Juan

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¿Por qué el auto de Juan siempre estaba de buen humor? Porque nunca le faltaba combustible para sus bromas… ¡Era un tanque de risas! Además, siempre tenía buen aceite para mantener sus engranajes de diversión bien lubricados y evitar fricciones, ¡sobre todo con los autos veloces que solo frenaban su buen humor! Al final del día, todo el mundo quería un aventón para disfrutar de su contagiosa carcajada y, por supuesto, su espectacular sentido del humor en las curvas.