¿Por qué Julio César nunca pisó un gimnasio? Porque cada vez que veía un programa que le pedía «repeticiones», él pensaba que era cosa de médicos y no de mancuernas. ¡Veni, vidi, vici… pero nunca «levantí»!
¿Por qué Julio César nunca pisó un gimnasio? Porque cada vez que veía un programa que le pedía «repeticiones», él pensaba que era cosa de médicos y no de mancuernas. ¡Veni, vidi, vici… pero nunca «levantí»!