¿Por qué el piano nunca puede guardar secretos? Porque cada vez que toca una tecla, ¡suena la alarma! Y no es que lo haga a propósito, solo que entre tanto pedal y tanto sostenido… ¡no hay forma de que no lo pillen!
¿Por qué el piano nunca puede guardar secretos? Porque cada vez que toca una tecla, ¡suena la alarma! Y no es que lo haga a propósito, solo que entre tanto pedal y tanto sostenido… ¡no hay forma de que no lo pillen!