En un restaurante vegetariano muy concurrido, un cliente pide la especialidad del chef. El mesero, con una sonrisa, le trae un plato vacío. Sorprendido, el cliente pregunta: «¿Dónde está mi comida?». El mesero responde: «Es una reflexión sobre lo que los conejos sienten a diario». El cliente replica: «¡Quiero algo real, no filosofía!», y el chef desde la cocina grita: «¡Todos nuestros platos son a base de pensamiento nutritivo!».