¿Por qué el faraón nunca podía jugar a las escondidas? Porque todos decían que era muy piramidal. Un día, harto de ser siempre el último en ser encontrado, decidió ir al psicólogo, pero al final descubrió que tenía problemas para salir de su zona jeroglífica. ¡Sin duda, un dilema de la antigua Egipto-cología!