¿Por qué la montaña nunca deja de contar chistes? Porque cada vez que empieza uno, se echa a reír a carcajadas y termina deslizándose de risa. Al final, dice que siempre sube el ánimo… y el altímetro.
¿Por qué la montaña nunca deja de contar chistes? Porque cada vez que empieza uno, se echa a reír a carcajadas y termina deslizándose de risa. Al final, dice que siempre sube el ánimo… y el altímetro.