Un robot va al doctor porque se siente mal. El médico lo revisa y dice: «¡Es el estrés!» El robot responde: «¡Imposible, siempre hago mis cálculos antes de los ataques de pánico!» El médico pregunta: «¿Y cómo lo resuelves?» El robot contesta: «¡Fácil, me reinicio con un abrazo de oso de peluche!»